El proceso creativo es lo más importante de mi obra

Pintar con fluidos me permite soltar el control, las expectativas autoimpuestas y ajenas, pintar en total libertad. Anclarme en el momento presente y en mi centro, para expresarme y conocerme con cada pincelada, con cada vertido. Amo el proceso. Amo la conexión que siento cuando pinto. Amo vivir la pintura y experimentar la vida a cada instante.

 
 
 
 

Mi proceso

Crear es un proceso en el que convergen alma, cuerpo y mente. Y se van entrelazando, siempre, desde adentro hacia afuera. De ahí la importancia de sentirme conectada conmigo misma y el momento presente. Para mi, el proceso de creación es fundamental, lo más divertido y el encuentro íntimo entre lo profundo de mi ser con otros universos de colores, que se materializa sobre la obra.

Tan importante es el proceso , que me encanta ritualizar y sacralizar cada uno de los pasos que doy. Es un proceso meditativo de conexión profunda. No fue hasta hace poco que empecé a documentar mi proceso cuando me percaté, y empece a sentir cada paso como un elemento de conexión profundo entre mi niña interior, y mi Yo superior. Y me hice consciente de la importancia de los 5 elementos de la naturaleza en mi proceso, y como los hacía presentes a modo de ritual, para sentirme en conexión conmigo, con otros universos y con la naturaleza.

 

La teoría de los cuatro elementos es muy antigua. Los chamanes se dieron cuenta de que se podía hacer un ciclo de creación o destrucción con las cuatro cosas básicas de las que dependía para poder vivir: el aire para respirar, el agua para beber, el fuego para calentarse y la tierra para comer. Si alguna de esas cuatro cosas faltaba, el equilibrio y el ciclo se rompían y por tanto, no era posible la creación.

Los alquimistas nos hablaron del quinto elemento, el Éter, la esencia que realmente transforma y transmuta, y que lo envuelve todo. Donde se da la magia. O donde se da la creación.

Fuego

La llama interna, la pasión.

Con el fuego sagrado del palo santo limpio el soporte sobre el que voy a pintar. El palo santo es una madera que ya utilizaban los chamanes incas para una mayor conexión con las divinidades y alejar lo negativo.

Utilizo también un quemador para pasar por los acrílicos, y así crear efectos variados con la pintura. Me encanta la magia que se crea ante lo inesperado del resultado final.

Tierra

La estabilidad y la firmeza del hacer

Siempre pinto con mis pies descalzos. Me arraiga mucho más al momento presente, me enraizo al momento presente con lo que siento que fluyo más con la pintura.

Utilizo cuarzos y amatistas cargados con energía lunar y solar, para una mayor armonización de la energía, y que la pintura se impregne de esta alta vibración.

Agua

La emoción. La fluidez del dejarte llevar

El agua con la que mezclo mis pinturas o limpio los soportes es fundamental. Utilizo agua solarizada según la técnica del ho’oponopono, para limpiar memorias ancestrales.

La fluidez de las pinturas, me permite dejarme llevar por la incertidumbre del resultado, el desapego con la meta final y así, anclarme en el proceso. El agua me conecta con mi sentir más profundo.

Aire

Soplo de vida. La libertad del sentir y del pensar

Con el aire doy el empuje a la pintura fluida. Soplando, o secador en mano, voy moviendo la pintura fluida para dar forma y hacer mezclas sobre el lienzo. Senitr la libertad del movimiento es vida.

Mientras pinto, escucho música de alta vibración, que me eleva y conecta. Durante el secado, me encanta tocar mi cuenco tibetano, para que la vibración, a través del aire, impregne mis pinturas.

 

Éter

Donde se da la magia, la alquimia. El quinto elemento: la esencia, el alma. Para los alquimistas, era el quinto nivel de vibración. En el proceso creativo, es aquí donde realmente se culmina el ciclo de creación. De adentro hacia fuera. Conectando con tu esencia, para abrirte a otras fuentes, para abrirte a la Creatividad. Siento que es cuando se da la conexión entre el artista y la obra, abriéndote a crear siendo Canal.

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